lunes, 10 de febrero de 2014

¿Vitamina D-epresión? ¿Causa el déficit de Vit D una depresión?



                              


Este es un tema que seguro todos conocemos y del que todos hemos hablando (o seguimos hablando) con frecuencia. La relación entre la falta de luz, la vitamina D y, en general, lo problemático que ello puede ser. Voy a centrarme en citar algunas investigaciones recientes sobre, en concreto, la relación entre vitamina D y depresión.


Luz, sol y vitamina D

Lo primero que vamos a hablar es sobre la relación entre falta de luz y vitamina D. Un tema del que los residentes hispanohablantes en Holanda hablamos con bastante frecuencia. Veamos algunos datos científicos y sólidos que tenemos sobre el tema. Antes de llegar aquí a Holanda, este es un tema que desconocía perfectamente: viviendo en España, uno no se preocupa del sol ni de la vitamina D en absoluto. La siguiente información que comparto es una mera traducción y síntesis de decenas de artículos científicos publicados que he consultado (y sigo consultando) sobre el tema.


                      


Vamos a ello. La pregunta que solemos hacernos: ¿es la luz importante?. La segunda: ¿necesitamos el sol y la luz para tener vitamina D? Y, por último, ¿la luz de Holanda es insuficiente para que nosotros tengamos la suficiente cantidad de vitamina D diaria en nuestro cuerpo? La respuesta para todas es: sí. La luz es importante, el sol nos permite poseer vitamina D a niveles adecuados, y la luz en Holanda no siempre es suficiente para ello.

Estas fueron algunas de las primeras preguntas que me he hice al venir aquí: tras ellas, he invertido bastantes horas en revisar manuales y artículos científicos, intentando llegar a una evidencia científica. Y de la ciencia podemos saber lo siguiente: la deficiencia en vitamina D es más prevalente en algunos grupos étnicos que otros: las diferencias entre grupos étnicos en concentraciones de 25(OH)D pueden estar causadas, según la mayoría de la investigación científica disponible, por diferencias en el tipo de piel. Es decir, si nuestra piel posee una pigmetantación más oscura.

En paises con latitud alta, como Holanda, la exposición al sol no permite, en general, a ningún grupo étnico, tener suficiente nivel de vitamina D: ahí se necesita complementarlo en dieta.

Many experts feel that current recommendations for vitamin D intake of 200 – 600 IU per day are inadequate to prevent deficiency and a host of related health consequences.4,5 Instead, individuals without sunlight exposure likely require 800 – 1000 IU per day to produce 25(OH)D levels in the optimal range (30–40 ng/mL)


¿Vitamina D-epresión?

En cuanto a la relación entre vitamina D – depresión, lo que sabemos científicamente:

No se ha podido evidenciar hasta ahora con seguridad que realmente exista una relación significativa entre la vitamina D y las monoaminas (entre ellas, la serotonina) en la depresión. En la otra dirección: ningún estudio científico sobre el tema ha podido demostrar que poseer adecuados niveles de vitamina D sirva para prevenir o tratar la depresión. Es decir, que la depresión no se soluciona tomando una buena dosis diaria de vitamina D. Ni mucho menos.

                                    

Como decía antes, no podemos estar seguros al 100% que la falta de vitamina D se relacione con la depresión. ¿Por qué? Pues por un lado existen estudios que demuestran que sí que hay una relación entre déficits de vitamina D y depresión. Es decir, algunos experimentos han podido demostrar que algunas personas diagnosticadas con una depresión poseen niveles insuficientes de vitamina D en su cuerpo.


Sin embargo, también existen otros muchos estudios científicos que han demostrado que no hay relación alguna entre ellas. Es decir: que la depresión y la vitamina D no se relacionan en absoluto.


Por tanto, si la vitamina D y la depresión van juntas y covarían (es decir, si tener niveles insuficientes de vitamina D conlleva tener una depresión, y viceversa) no es algo demostrado al cien por cien. Pero vamos a ser negativos y pesimistas, y vamos a analizar con más detalle los estudios científicos que sí han demostrado una relación entre depresión y vitamina D.


Siendo negativos y pesimistas


Centrémonos en los estudios que sí han evidenciado que las personas con depresión tienen menor cantidad de vitamina D en sus organismos. Es decir, aquellas investigaciones cuyos resultados han evidenciado que algo tienen en común la depresión y la vitamina D.

Uno puede pensar al leer estos articulos lo siguiente: “pues eso significa entonces que tener poca vitamina D te hace entrar en una depresión”. ¿No? Eso es algo que podemos concluir: que de algún modo, tener un bajo nivel de vitamina D hace más fácil que yo pueda entrar en una depresión.


                    


Pero, ¿y si fuera al revés?

Es decir: ¿y si el hecho de haber entrado a una depresión hace que cambies tus actividades diarias y eso produzca que al final tengas menores niveles de vitamina D?. 

Imaginemos a Diego: Diego vive en Holanda desde hace unos años. Hace un año, entró en un Episodio Depresivo Mayor por varias causas en su vida. Si Diego lee artículos que demuestran una relación entre vit D y depresión, es lógico que pueda caer en pensar: “estoy con una depresión porque me falta vitamina D; la culpa es del poco sol y la insuficiente luz que hay en Holanda”. Tras pensar en eso, Diego acude a su médico y solicita que le hagan un análisis: en los resultados, a Diego se le diagnostica una insuficiencia en vitamina D. Ahora, al 100%, Diego está seguro que esa es la causa de su depresión. Tener bajos niveles de esta vitamina le ha hecho deprimirse. La culpa es de la luz, lógicamente, que es la mayor fuente de vitamina D.

Pero: ¿y si en realidad fuera al revés? ¿Y si Diego primero hubiera entrado en una depresión y luego, por causa de ésta, sus niveles de vit D hubieran disminuido?

Las personas con depresión normalmente presentan anhedonia, que es la incapacidad para disfrutar de actividades que antes encontraban placenteras. Eso le pasa también a Diego. Desde que tiene la depresión, en numerosas ocasiones la depresión provoca que Diego salga menos a la calle: al salir menos a la calle, menor exposición al sol y menor vitamina D. Desde que está con una depresión, Diego cuida peor su cuerpo; en concreto, come peor: Diego suele tener una dieta poco saludable, al descuidarse las comidas: peor dieta, menor variedad y menor ingesta de vitamina D. Y es que relación y casualidad no son lo mismo.


Relación y causalidad no son lo mismo

Como muy bien explican los compañeros del blog Cultura Científica, relación no es lo mismo que causalidad. Que dos cosas se relacionen no significa ni mucho menos que una cause a la otra. Por ejemplo: vitamina D y depresión. Algunas veces se relacionan, pero eso no significa que la vitamina D cause depresión.

La correlación entre dos variables puede ser meramente casual, por tentador que nos parezca afirmar lo contrario. La mayoría de las veces entra en juego un tercer factor oculto. Por ejemplo, en su día algunos ecologistas pensaron que las algas venenosas estaban matando a los peces en algunos ríos. Resultó que las algas crecían donde los peces morían, y no eran la causa de las muertes.


En nuestro caso: que vitamina D y depresión se relacionen no implica que una cause a la otra. El tercer factor oculto puede ser alguno de los que nombramos: que la depresión esté asociada a cambiar a peor y a menos saludable ciertas costumbres en nuestra vida.

Es decir: la depresión causa siempre un descuido (involuntario, no deliberado) en la persona que la sufre y, en resumen, le hace entrar a uno en realizar conductas perjudiciales para la salud. Entre los efectos negativos para la salud de la depresión, uno puede ser la falta de vitamina D. También la falta de calcio, por ejemplo. También el deterioro de las relaciones sociales y con la pareja, el bajo rendimiento laboral, la pérdida de bienestar en momentos de ocio... y un largo etcétera.

                       

A la ciencia le queda aún por explorar e investigar esta relación entre vitamina D y depresión. Pero una cosa está muy clara: existen muchísimos estudios y evidencias científicas robustas que detallan qué factores causan y se relacionan con una depresión. Y la vitamina D no es una de ellas.

Por si alguien le apetece ahondar algo más en la materia, un artículo interesante:

Vitamina D y la ocurrencia de una depresión:
¿asociación causal o evidencia circunstancial?”





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